Aquí vas a encontrar una serie de materiales docentes de diseño 100% propio para que puedas explicar o aprender lo establecido sobre la Economía de Entreguerras en el Bloque A de Contenidos de 4º ESO del Decreto 65/2022 del Currículo de ESO de la Comunidad de Madrid.
Combinando estos materiales podrás generar situaciones de aprendizaje a tu gusto, ya que son complementarios. Personalmente, yo las integro en una metodología de clase invertida con una gamificación estructural de tipo PBL (Las Guerras Clío), empoderando al alumnado y multiplicando los tiempos y espacios de aprendizaje.
El primer conjunto de materiales consta de una serie de dos videolecciones, creadas por mí y alojadas en mi canal de Youtube CLIONAUTAS, en la que explico, siguiendo un orden temático y cronológico y con apoyo visual, todo lo referente a la Economía de Entreguerras. El formato de videolección es clave en la metodología de flipped classroom , pero, además, es especialmente adecuado para alumnos con estilos de aprendizaje más audiovisuales o con dificultades de comprensión lectora. Por otra parte, el formato vídeo permite su visionado en cualquier dispositivo móvil y permite al alumno aprender en situaciones como el camino al colegio en transporte público o el tiempo de gimnasio. Precisamente para reforzar esta multiplicidad de tiempos y espacios, se adjunta enlace a estas mismas videolecciones en formato podcast, para ser usados en tiempos y espacios en los que no se tiene acceso a vídeo. Las posibilidades de parar, ir hacia adelante o hacia detrás, continuar más tarde, etc permite al alumno dirigir su propio proceso de aprendizaje.
En segundo lugar, encontrarás una presentación interactiva, el que se desarrollan los contenidos con el formato de diapositivas, integrando interacción mediante preguntas y respuestas. Se recomienda especialmente para alumnos con estilos de aprendizaje visuales.
En tercer lugar, tenemos los contenidos desarrollados en un texto expositivo, que sirve de base al resto de situaciones.
Terminamos la unidad con una batería de textos para comentario y actividades sobre el tema.
Resumen de medidas para DUA
La Economía en el periodo de Entreguerrras. Las cifras de la tragedia de la Gran Guerra. La difícil recuperación. La Hiperinflación. El desastre en Alemania.
El Plan Dawes y la salida de la crisis de la Posguerra. Los felices años 20. Las debilidades de la euforia económica de la segunda mitad de los años 20. El Crack del 29. La Gran Depresión. Las diferentes propuestas para salir de la crisis. Keynes. El New Deal de Roosevelt y la política intervencionista de Hitler
La Economía en el periodo de Entreguerrras. Las cifras de la tragedia de la Gran Guerra. La difícil recuperación. La Hiperinflación. El desastre en Alemania.
El Plan Dawes y la salida de la crisis de la Posguerra. Los felices años 20. Las debilidades de la euforia económica de la segunda mitad de los años 20. El Crack del 29. La Gran Depresión. Las diferentes propuestas para salir de la crisis. Keynes. El New Deal de Roosevelt y la política intervencionista de Hitler
Pérdidas Humanas de la Primera Guerra Mundial (Fuente)
Pérdidas humanas y su impacto económico
La Gran Guerra tuvo un impacto demográfico catastrófico en Europa. Más de 8.5 millones de soldados perdieron la vida, dejando un vacío demográfico que afectaría profundamente a las economías nacionales durante décadas.
Francia sufrió pérdidas proporcionalmente devastadoras, con 1.35 millones de soldados muertos de una fuerza movilizada de 8.41 millones. Esto representó una pérdida significativa de su población joven y económicamente activa, lo que condicionaría su política y economía durante generaciones. La pérdida de una gran parte de su población masculina en edad productiva tuvo efectos duraderos en la demografía francesa, afectando a la fuerza laboral, la estructura familiar y el crecimiento económico durante décadas.
Alemania experimentó el mayor número absoluto de bajas militares, con 1.77 millones de muertos de 11 millones movilizados. Esta pérdida masiva de mano de obra cualificada y potencial productivo debilitó severamente la capacidad económica alemana tras la derrota. La pérdida de tantos hombres jóvenes y capacitados tuvo un impacto profundo en la industria y la economía alemana, dificultando la recuperación en los años posteriores. Las pérdidas rusas fueron también ingentes y fueron decisivas para el éxito de las revoluciones de 1917.
En total, los aliados perdieron más de 5 millones de soldados, mientras que los imperios centrales perdieron más de 3.3 millones. Además de los muertos, las bajas incluyeron millones de heridos y prisioneros, lo que dejó una fuerza laboral europea severamente disminuida y traumatizada. Estas pérdidas afectaron no solo a la cantidad de mano de obra disponible, sino también a la calidad, ya que muchos de los supervivientes quedaron incapacitados física o psicológicamente
Endeudamiento masivo
El esfuerzo bélico requirió enormes cantidades de dinero que los estados no tenían, lo que les llevó a endeudarse tanto internamente como con bancos extranjeros:
• Deuda externa: Países como Francia y Reino Unido recurrieron a préstamos internacionales, especialmente de Estados Unidos.
• Inflación: Para cubrir sus gastos, muchos países, con Alemania a la cabeza, abandonaron el patrón oro (sistema que vinculaba la cantidad de dinero emitido con las reservas de oro) e imprimieron grandes cantidades de papel moneda. Esto provocó una pérdida del valor del dinero y un aumento generalizado de los precios (inflación).
Desorganización económica
La economía europea quedó desestructurada tras la guerra:
• Reconversión industrial: Durante el conflicto, muchas fábricas se habían adaptado para producir armamento y suministros militares. Al finalizar la guerra, estas industrias tuvieron que reconvertirse para producir bienes civiles, lo que generó un periodo de inestabilidad.
• Desempleo masivo: Millones de soldados desmovilizados regresaron a sus países buscando trabajo en un mercado laboral saturado.
• Colapso del comercio internacional: Los circuitos comerciales se vieron intensamente alterados durante la guerra, y la reconstrucción fue lenta.
Ascenso de EEUU
Mientras Europa se sumía en el caos económico, Estados Unidos emergió como la nueva potencia económica mundial:
Estados Unidos se convirtió en el principal acreedor del mundo, ya que muchos países europeos le debían enormes sumas de dinero por los préstamos de guerra. Esta posición de acreedor le dio a Estados Unidos un poder económico y político sin precedentes en el escenario mundial.
El dólar estadounidense reemplazó a la libra esterlina como la principal moneda de reserva internacional, marcando el inicio de la hegemonía financiera estadounidense que perduraría durante todo el siglo XX. Este cambio en la moneda de referencia internacional tuvo profundas implicaciones para el comercio global y las relaciones económicas internacionales
Niños alemanes usando fajos de billetes como bloques de construcción (1923) . Dominio Público.
El problema de la deuda
Los países adoptaron diferentes estrategias para manejar sus deudas astronómicas, cada una con sus propias consecuencias:
1. Políticas deflacionistas: Algunos países optaron por reducir drásticamente los gastos públicos para estabilizar los precios. Sin embargo, esta estrategia a menudo agravaba el desempleo y la recesión económica. La reducción del gasto público significaba menos inversión en infraestructura y servicios sociales, lo que a su vez frenaba el crecimiento económico y aumentaba el malestar social.
2. Políticas inflacionistas: Otros países, desesperados por pagar sus deudas, recurrieron a la impresión descontrolada de dinero. Esta estrategia llevó a una inflación galopante y, en casos extremos, a la hiperinflación. La impresión excesiva de dinero erosionaba rápidamente el valor de la moneda, llevando a un aumento descontrolado de los precios y a la pérdida de confianza en el sistema monetario.
La hiperinflación alemana: Un caso de estudio alarmante
Alemania y Austria experimentaron los efectos más catastróficos de las políticas inflacionistas, ya que lo único que podían hacer para atender a los pagos es emitir cada vez más moneda.
En noviembre de 1923, la situación en Alemania alcanzó niveles absurdos: se necesitaban 726 mil millones de marcos para comprar lo que en 1914 costaba un solo marco. Esta devaluación extrema de la moneda significaba que los ahorros de toda una vida podían volverse inútiles de la noche a la mañana.
Se emitieron billetes con denominaciones astronómicas, llegando a imprimir billetes de 100 billones de marcos. Sin embargo, estos billetes tenían un poder adquisitivo prácticamente nulo. La gente llevaba carretillas llenas de billetes para comprar productos básicos, y los precios cambiaban varias veces al día.
La hiperinflación destruyó los ahorros de la clase media alemana, minó la confianza en el sistema financiero y creó un clima de inestabilidad social y política que tendría consecuencias devastadoras en los años siguientes. Esta experiencia traumática dejó una huella profunda en la mentalidad económica alemana, influyendo en sus políticas monetarias conservadoras en las décadas posteriores.
En el cartel de este zapatero se lee "Compras y reparaciones a cambio de artículos de primera necesidad". Observese como la señora le paga con una barra de embutido" Foto de News Dog Media. Fuente
El Plan Dawes (1924): Un intento de estabilización
Ante la crisis económica europea, Estados Unidos intervino con el Plan Dawes:
Este plan consistía en préstamos estadounidenses a Alemania para ayudarla a pagar las reparaciones de guerra a los aliados. El objetivo era crear un círculo virtuoso de pagos que permitiera a todos los países cumplir con sus obligaciones financieras.
El Plan Dawes logró reactivar temporalmente la economía europea, permitiendo el pago de deudas y estimulando el comercio internacional. La inyección de capital estadounidense proporcionó un respiro muy necesario a las economías europeas exhaustas.
Sin embargo, esta recuperación dependía completamente del flujo continuo de capital estadounidense, creando una peligrosa dependencia económica. Esta dependencia se convertiría en un factor crucial cuando la economía estadounidense colapsara en 1929
El Plan Dawes y el Plan Young que lo continuaba. Fuente
Auge tecnológico y consumismo
Los años 20 vieron una explosión de innovaciones tecnológicas y cambios en los patrones de consumo:
La producción en masa de automóviles y electrodomésticos se generalizó, gracias a los métodos de producción tayloristas y fordistas que abarataron los costos. El Ford Model T, por ejemplo, se volvió accesible para muchas familias de clase media, revolucionando el transporte personal.
Industrias como la química, petrolera y aeronáutica experimentaron un crecimiento exponencial. La industria química desarrolló nuevos materiales sintéticos, mientras que la industria petrolera se expandió para satisfacer la creciente demanda de combustible para automóviles.
El consumo masivo fue impulsado por la expansión del crédito y las ventas a plazos, aunque esto creó una peligrosa dependencia del endeudamiento. Las familias podían comprar productos que antes estaban fuera de su alcance, pero a costa de asumir deudas a largo plazo.
"Los felices años 20" es una expresión americana, ya que en EEUU no hay crisis de posguerra y la euforia económica dura una década (1919-1929). En Europa sin embargo, sólo se disfrutaron de 5 años de euforia, de 1924 a 1929. En la foto, moda y coche típico de los años 20. Fuente
La burbuja especulativa: Semillas de la destrucción
El auge económico de los años 20 estuvo acompañado por una peligrosa burbuja especulativa en el mercado de valores:
La inversión masiva en bolsa generó una burbuja financiera donde los precios de las acciones subían sin respaldo real en la economía productiva. Los inversores, atraídos por las ganancias rápidas, compraban acciones con dinero prestado, aumentando el riesgo sistémico.
Muchos inversores, atraídos por las ganancias rápidas, compraban acciones con dinero prestado, aumentando el riesgo sistémico. Este apalancamiento masivo significaba que cualquier caída en los precios de las acciones podría tener efectos devastadores.
Esta especulación desenfrenada sentó las bases para el colapso económico que se avecinaba. La desconexión entre los valores de las acciones y la economía real creó una situación insostenible que eventualmente llevaría al crack de 1929
El “Jueves Negro” (24 de octubre de 1929)
El colapso de la burbuja especulativa marcó el inicio de la peor crisis económica del siglo XX:
Los precios de las acciones comenzaron a caer vertiginosamente cuando los inversores, presas del pánico, intentaron vender masivamente. La confianza en el mercado se evaporó rápidamente, llevando a una venta masiva y descontrolada.
En cuestión de días, muchas acciones perdieron la mayor parte de su valor, arruinando a miles de inversores. Empresas que se consideraban sólidas vieron cómo el valor de sus acciones se desplomaba, llevando a la quiebra a muchas de ellas.
El efecto dominó fue devastador: quiebras bancarias, pérdida de ahorros, cierre de empresas y despidos masivos. La crisis financiera rápidamente se convirtió en una crisis económica generalizada que afectó a todos los sectores de la economía.
El periódico vespertino del día 24 de octubre de 1929 refleja ya el inicio del que será el terrible crack que dará origen a la Gran Depresión. Getty Images.
Efectos globales de la crisis
La crisis se extendió rápidamente desde Estados Unidos al resto del mundo:
La quiebra de bancos dejó a millones sin ahorros ni acceso al crédito. Muchas personas perdieron los ahorros de toda una vida, y las empresas se quedaron sin acceso a financiación para sus operaciones.
El desempleo masivo y la caída del consumo crearon un círculo vicioso de recesión económica. Con menos personas empleadas, el consumo se redujo drásticamente, lo que llevó a más cierres de empresas y más desempleo.
La crisis se propagó a Europa y otras regiones debido a la interdependencia económica global, exacerbada por el Plan Dawes. La retirada de los préstamos estadounidenses dejó a muchos países europeos en una situación económica precaria. Millones de parados dispararon los niveles de pobreza en Europa y en EEUU.
Cola en un comedor social de EEUU, donde reparten sopa, café y donuts a los parados (1931). Getty Images
Medidas tradicionales
- Medidas proteccionistas: aranceles y medidas destinadas a favorecer a las empresas nacionales. No sólo no funciona, sino que agrava al problema, al disminuir el comercio internacional. Ejemplo: Francia
- Devaluación de la moneda para poder vender más barato y mejor en el mercado internacional. Tarda mucho en tener efectos positivos. Ejemplo: Gran Bretaña.
Medidas intervencionistas
El “New Deal” de Roosevelt
En Estados Unidos, el presidente Franklin D. Roosevelt implementó un ambicioso programa de recuperación económica basado en un elevado gasto público:
Es importante tener en cuenta que, aunque para muchos el New Deal fue eficaz para acabar con la Gran Depresión, en realidad lo que hizo es parar el empobrecimiento, pero la economía no se recuperó hasta que EEUU entró en la Segunda Guerra Mundial a finales de 1941.
Militarización en Alemania: Una solución peligrosa
El régimen nazi en Alemania adoptó un enfoque similar, con un
gasto masivo en programas de obras públicas y rearme militar. Esto incluyó la construcción de autopistas (Autobahnen) y la expansión de la industria armamentística.
Si bien esto redujo drásticamente el desempleo y convenció a los alemanes de que habían salido de la crisis, también preparó al país para una guerra que acabaría destruyendo a Alemania. La recuperación económica alemana estuvo estrechamente ligada a sus preparativos bélicos, sentando las bases para el conflicto que se avecinaba.
La explicación teórica de estas soluciones: Keynes
El economista británico John Maynard Keynes propuso una nueva visión de la economía que explicaba y justificaba estas medidas y que supuso un nuevo paradigma económico.
Keynes, en su obra "Teoría general del empleo, el interés y el dinero" (1936) abogó por la intervención estatal activa en la economía, incluso si eso significaba incurrir en déficit presupuestario. Esta idea rompía con la ortodoxia económica anterior que favorecía el equilibrio presupuestario en todo momento.
Su teoría defendía el aumento del gasto público para estimular el empleo y el consumo, rompiendo el círculo vicioso de la recesión. Keynes argumentaba que el gobierno debía actuar como un “empleador de último recurso” durante las crisis económicas. En esas situaciones, el gobierno, mediante impuestos, deuda o inflación, debía de gastar mucho dinero en generar empleos que reactivasen la economía.
Cuadro resumen de la teoría de Keynes. Fuente
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